martes, 8 de julio de 2014

Texto de presentación



La escritora Antonia María Carrascal preparó el texto que sigue para el acto de presentación del libro. 
Sras., Sres. Buenas noches.
Soy Antonia María Carrascal y estoy encantada de estar entre vosotros para acompañar a José Rodríguez Infante en la presentación de su novela “Cuando los bosques mueren” de la que es autor y a la cual pertenece el diálogo con el que hemos abierto este acto.
En el otro extremo de la mesa se halla Juan Cuesta Macías secretario de la organización Ecologistas en Acción y coordinador de la campaña “Un andaluz, un árbol” patrocinada por la Junta de Andalucía, que ha accedido generosamente a acompañarnos esta noche porque el tema que aborda esta novela le importa y mucho.
En el centro de la mesa y a mi izq/drech se encuentra el autor. José Rodríguez Infante es un autor del que admiro su prosa cercana, que sabe hacer llegar a todos pintando con palabras cuanto cuenta o describe. Una prosa ágil y diáfana que te toma de la mano de la mano en las primeras letras de lo que escribe y tanto despierta el interés del lector que quien lee se olvida de sí y como un convidado silencioso, participa del argumento y con él se conduce hasta agotar el libro en un par de sentadas.
Pero démosle la palabra al interesado para que nos cuente lo que desee acerca de él.
......
Y ahora centrémonos en la novela que es a lo que hemos venido aquí esta noche:
P: Yo siempre he pensado que los bosques mueren en otoño con la caída de la hoja y renacen en primavera, pero en la  portada de este libro no veo hojas caídas, sino cerillas. ¿Tiene eso alguna explicación?
JRI: 
P:  ¿Qué te impulsó a escribir este libro?
JRI
P:  ¿Quién quema los montes? ¿Por qué y para qué se queman?
JRI:
P:  ¿Qué se hace para proteger los bosques y que no sean quemados?
JRI:
P:  ¿Quiénes apagan los fuegos?
JRI:
P: ¿Sobre quiénes y cómo repercute la quema de los árboles?
JRI:
P: Centrémonos de nuevo en la novela. Podrías esbozar un perfil de los protagonistas Chus, Carmela y Chascajavas?
JRI: 
P: Y ya para terminar. El capítulo 67, ya casi al final, sorprende por su atemporalidad. Se diría que está fuera del tiempo y el contexto del cotidiano transcurrir de la novela. En este capítulo, el lector se ve inmerso en un mundo diferente, un mundo mágico o hechizado en el que los protagonistas son espectadores e incluso participantes de un mundo diferente. ¿Quieres explicarnos someramente por qué ese capítulo especial?
JRI: 
P:  Bien, Sres. Aunque, afortunadamente, el fuego no crepita en los alrededores, La novela “Cuando los bosques mueren, está servida.
Muchas gracias.

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