lunes, 3 de abril de 2017

Yamamoto y la carne ibérica


                                          Lo encontré en la red y me pareció interesante:
Taishi Yamamoto, propietario de Ibériko-Ya  Taishi Yamamoto, propietario de Ibériko-Ya
"Mi contribución es repoblar la dehesa, aunque no es bastante"
A. Estrella Yáñez
La familia Yamamoto, que comercializa carne ibérica en Japón, participa en un proyecto para luchar contra la enfermedad de la seca
NUEVO MODELO
Taishi Yamamoto es el hijo de Aiko, fundador de una empresa familiar ubicada en Osaka que se dedica al proceso y comercialización de carnes y a la restauración con carnes ibéricas importadas desde el Sur de España. El trabajo ha llevado a esta saga de empresarios japoneses a enamorarse del paisaje de dehesas donde se cría el cerdo ibérico. Tanto Aiko, como su hijo Taishi, han sido sensibles al problema de la seca, enfermedad que está mermando la población de encinas y alcornoques de este ecosistema único, sin que se encuentre remedio. Por eso, la familia Yamamoto se ha propuesto colaborar repoblando, aunque sea de forma testimonial, la dehesa andaluza. En la finca La Jineta, de Cala (Huelva), los Yamamoto, primero Aiko y ahora Taishi están plantando encinas. Taishi contactó con el proyecto Life bioDehesa hace algo más de un año, extendió su idea entre sus clientes, a los que ha sumado como patrocinadores, y hace unas semanas todos estuvieron en Huelva plantando más encinas. Aquí nos cuenta los detalles de está pasión japonesa por la dehesa andaluza.

-¿Cómo surge la iniciativa de replantar en la dehesa andaluza y en qué consiste?

-En los muchos viajes a España, tanto míos como de mi familia, hemos comprobado que los árboles de las dehesas se iban deteriorando progresivamente y que muchos morían. Este hecho fue incluso recogido en un programa que emitió la cadena de televisión japonesa Toyota. Por ello, decidí que había que hacer algo al respecto, aunque fuese simbólico, para contribuir y concienciar sobre este serio problema y provocar una solución que lo remediara. Se me ocurrió que plantar nuevos árboles era una buena iniciativa, aunque soy consciente de que no es suficiente, ya que también hay que intentar curar a los árboles enfermos, que son mucho más grandes y productivos de bellotas. Mi contribución es sencilla, repoblar las dehesas plantando nuevas encinas y alcornoques.

-¿Tiene previsto realizar nuevas visitas para continuar con la reforestación?

-Sí, ya he conseguido la colaboración económica de mis clientes y amigos en Japón para realizar una segunda reforestación de encinas y alcornoques el año próximo. Serán otros 150 árboles los que se plantarán en la finca La Jineta en Cala. Es nuestra principal prioridad en este programa de ayuda y concienciación sobre el problema.

-¿Le ha resultado fácil conseguir el patrocinio de sus clientes para repoblar la dehesa española? ¿Anima a los españoles a realizar actuaciones similares?

-Ha sido muy difícil, porque mis clientes no estaban interesados en plantar árboles en un país extranjero. Yo les comentaba muchas veces el problema de la seca en las dehesas, pero no lo entendían y no querían contribuir. Entonces, en 2014, decidí comenzar a plantar árboles. Me dirigí primero a la Embajada de España en Japón, que me dirigió al Gobierno de la Junta de Andalucía. También me puse en contacto con Julio Revilla, que me ayudó coordinando mi iniciativa con la Consejería de Medio Ambiente y en la plantación de los primeros árboles. Entonces les conté a mis clientes y amigos japoneses lo que había conseguido, y por fin entendieron y aceptaron mi idea y, poco a poco, acordaron ayudarme económicamente durante dos años.

-Incluso le han acompañado en su viaje a España y a Huelva.

-En la reciente visita me han acompañado ya tres clientes, que me ayudaron a plantar 100 encinas y alcornoques, de los que 15 de ellos ya tienen una placa con el nombre de la empresa japonesa que ha colaborado.

-¿Qué le diría a los españoles sobre esta experiencia?

-Yo no soy quién para dar consejos a los españoles y a sus autoridades con competencia en este asunto, pero sí puedo humildemente recordarles que las dehesas son un patrimonio de la humanidad y que todos estamos obligados a preservarlas, contribuyendo cada uno en la medida de sus posibilidades.

Creo que el cerdo ibérico es el mejor patrimonio gastronómico que tiene España

-Su interés por la dehesa española le viene de su padre, ¿no?

-Es correcto, mi padre amaba la dehesa y supo contárselo a sus clientes en Japón, porque la encontraba bellísima. Además, se enamoró del cerdo ibérico y de sus productos, especialmente de sus carnes engrasadas por el consumo de las bellotas, que son únicas en todo el mundo. Creo que el cerdo ibérico es el mejor patrimonio gastronómico que tiene España, tanto por sus productos curados como frescos.

-¿Hay en Japón alguna carne parecida a la del cerdo ibérico?

-En Japón hay un cerdo muy apreciado denominado "kurobuta", que significa cerdo negro, que en sus orígenes era parecido en la calidad de sus carnes al cerdo ibérico, que por eso ya se le conoce también como "iberikobuta", aunque para mí y para los japoneses, el ibérico es de mejor calidad.

-¿Qué significa la dehesa en su familia? ¿Querría transmitir el amor por esta tierra a sus hijos?

-Mi familia ama y está muy orgullosa del ibérico y de las dehesas españolas. Ya consideramos a España como nuestro segundo país. Yo lo heredé de mi padre y se lo transmitiré a mis hijos. En el próximo viaje quiero que me acompañe el mayor de mis hijos.

-¿Desde cuándo compra su empresa carne ibérica a España?

-Vinimos a España por primera vez a finales de 1999, pero no podíamos comprar ibérico porque en aquellos momentos había una prohibición de importar estos productos decretada por la autoridades japonesas, con las que estuvimos negociando durante mucho tiempo hasta que levantaron la prohibición. Desde entonces hemos sido los embajadores de muchos tipos de carne de ibérico que llegaron por primera vez a Japón.

"Ya tenemos patrocinio para realizar una nueva replantación el año que viene en la Jineta, en Cala"

-¿Valoran los consumidores japoneses y chinos la carne ibérica?

-Al principio nadie conocía el ibérico en Japón, ni qué era un cerdo, ni tampoco la calidad de sus productos. Mi familia tampoco lo vendía a sus clientes. Después, tras conocerlo, hemos contribuido a que se extendiese el conocimiento de la gran calidad de sus carnes y ahora todos los japoneses saben los que es el ibérico, que ha alcanzado una gran reputación. Lo mismo creo que va a suceder en China, aunque en Japón ha avanzado más rápidamente.

-¿Qué productos de ibérico sirven en sus restaurantes, sólo carnes o también jamones y lomos?

-Jamón ibérico de bellota, que cortamos a cuchillo, y sus carnes, en muchos tipos de comida tradicional japonesa. También preparamos envasados especiales y regalos con estos productos, que vendemos a distintos clientes.

-¿Cree que es posible producir ibérico en Japón o en China? ¿Hacer dehesas allí donde tienen su cadena de restaurantes Ibériko-Ya?

-Estoy decidido a desarrollar y propagar los valores del ibérico en todo el mundo. Abriré más "Ibériko-Ya" en toda Asia. Producir cerdo ibérico en China o Japón sería posible, pero no tenemos las dehesas de España, ni por tanto la alimentación de los cerdos en montanera, a base de bellotas y hierba. El cerdo ibérico de calidad sólo se puede dar en la Península Ibérica.

-En su relación con España y la dehesa está acompañado por el industrial andaluz Julio Revilla, es su guía en esta aventura, ¿no?

-Julio Revilla es como mi padre y me ha ayudado muchísimo. Erigió una inscripción de mi padre bajo un gran alcornoque en la dehesa que tanto amaba. Por eso decidí propagar el ibérico y continuar esta entrañable relación con el señor Revilla.

-¿Cómo cree que puede influir su actuación?

-Quiero agradecerle su interés en esta entrevista, con cuya publicación confío que contribuya a que los españoles se sientan orgullosos del ibérico que tienen y que reaccionen contra la desaparición de las encinas y los alcornoques en sus dehesas.