martes, 17 de enero de 2017

Los árboles que perdimos en 2016


Este artículo, que apareció en el Diario de Sevilla en Diciembre y que firma Diego J. Geniz, me parece muy interesante y por eso la reproduzco aquí. Espero que guste.
Por precaución y por ser imposible su recuperación. Éstos son los principales motivos que han llevado a Parques y Jardines a talar casi 600 árboles en Sevilla durante este año. Así lo avala el amplio catálogo elaborado por este departamento, en el que cada ejemplar apeado cuenta con un expediente donde se explican las causas que han llevado a tomar esta decisión. El Paseo de Juan Carlos I, junto al río, y el Camino de los Descubrimientos, en la Cartuja, son las vías donde más se ha efectuado esta operación en 2016. Agosto fue el mes donde más talas se practicaron.
Sevilla cuenta actualmente con un arbolado compuesto por casi 180.000 ejemplares, según señala el catedrático de Ecología de la Universidad de Sevilla Enrique Figueroa. Esta cantidad supone multiplicar por cuatro la arboleda de otras ciudades, como la de Granada, que la conforman 46.000 ejemplares. El informe de las talas que lleva a cabo el Ayuntamiento se publica cada mes en la web municipal. Hasta el pasado noviembre se realizaron 533 apeos, por lo que se prevé que 2016 concluya con casi 600 árboles talados en la capital andaluza.
Cada ejemplar apeado cuenta con su ficha correspondiente en la que se explican las causas que han motivado dicha operación. Desde el Ayuntamiento se insiste en que las talas se producen por motivos de seguridad y ante la imposibilidad de recuperar el ejemplar. El delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, aseguró en el comienzo de este mandato que por cada árbol que se elimine se plantaría otro.
La nueva política de arbolado la emprendió el gobierno de Espadas en octubre de 2015, meses después de que la caída de una rama de grandes dimensiones, en las inmediaciones del Hospital Virgen Macarena, provocara el ingreso de dos personas por las heridas causadas. De los 178.000 ejemplares que se contabilizaron en 2015, se diagnosticaron 31.113 que presentaban síntomas de encontrarse en mal estado. Desde entonces se establecen cuatro niveles de riesgo. El nivel 1, que no requiere de intervención; el 2, que sólo necesita de observaciones periódicas; el 3 resulta ya más preocupante, pues supone una poda de ramas y copas. Este grupo lo integraban en aquel momento 16.545 árboles. La situación más alarmante es la 4, pues los ejemplares que lo conforman representan un serio riesgo para la seguridad de los ciudadanos, lo que en muchas ocasiones conlleva a la tala. Casi 2.500 árboles se encontraban en tales circunstancias en 2015.
A este grupo pertenecen las especies apeadas durante este año. Los meses en los que más árboles fueron sustituidos en la ciudad fueron agosto, con 178 talas, y septiembre, con 71. Fuentes municipales explican que el hecho de que la actividad se incrementara en este periodo obedece a la organización de la carga de trabajo por parte de las empresas adjudicatarias de estas tareas.
En cuanto a las calles, el Paseo de Juan Carlos I, que discurre junto al río entre el puente del Alamillo y el del Cristo de la Expiración, destaca por ser donde más árboles se retiraron el año pasado. En concreto, durante febrero se talaron 38 ejemplares de populus alba, que presentaban, entre otros deterioros, pudrición en ramas y troncos. El informe de cada árbol concluía que se trataba de "fallos por la especie en cuestión". Dichos ejemplares estaban situados delante de la Biblioteca Felipe González.
Otra vía donde se han quitado bastantes árboles este año es el Camino de los Descubrimientos, en la Isla de la Cartuja. Durante el pasado mes de noviembre se apearon 36 ejemplares de robinia, que presentaban, en términos generales, "copas desequilibradas y el eje principal seco", afecciones que se consideraron graves si se tiene en cuenta que dichas especies se encontraban bastante cerca de un carril bici y de una bolsa de aparcamientos.
La Avenida de las Ciencias, en Sevilla Este, es otro de los enclaves en los que más se ha intervenido este año. Estos trabajos se han realizado en varias fases. En septiembre se eliminaron 12 robinias pseudoacacias y en octubre otras 11. Los motivos que provocaron esta tala fueron la inclinación, las grietas y las deformidades que presentaban muchos ejemplares, efecto de una mala plantación en su día.
Algunos expertos han incidido en que la mayoría de estas talas vienen provocadas por la mala situación de los alcorques, por las podas inadecuadas que se han practicado durante años y por no haberse elegido una especie adecuada para la vía en la que se ha plantado. Por tal motivo, el Ayuntamiento firmará a partir de ahora dos contratos específicos para el cuidado del arbolado a empresas especializadas, que tengan un amplio conocimiento para llevar a cabo un tratamiento adecuado.