Este artículo, que apareció en el Diario de Sevilla en Diciembre y que firma Diego J. Geniz, me parece muy interesante y por eso la reproduzco aquí. Espero que guste.
Por
precaución y por ser imposible su recuperación. Éstos son los
principales motivos que han llevado a Parques y Jardines a talar casi
600 árboles en Sevilla durante este año. Así lo avala el amplio catálogo
elaborado por este departamento, en el que cada ejemplar apeado cuenta
con un expediente donde se explican las causas que han llevado a tomar
esta decisión. El Paseo de Juan Carlos I, junto al río, y el Camino de
los Descubrimientos, en la Cartuja, son las vías donde más se ha
efectuado esta operación en 2016. Agosto fue el mes donde más talas se
practicaron.
Sevilla cuenta actualmente con un arbolado compuesto por
casi 180.000 ejemplares, según señala el catedrático de Ecología de la
Universidad de Sevilla Enrique Figueroa. Esta cantidad supone
multiplicar por cuatro la arboleda de otras ciudades, como la de
Granada, que la conforman 46.000 ejemplares. El informe de las talas que
lleva a cabo el Ayuntamiento se publica cada mes en la web municipal.
Hasta el pasado noviembre se realizaron 533 apeos, por lo que se prevé
que 2016 concluya con casi 600 árboles talados en la capital andaluza.
Cada ejemplar apeado cuenta con su ficha
correspondiente en la que se explican las causas que han motivado dicha
operación. Desde el Ayuntamiento se insiste en que las talas se producen
por motivos de seguridad y ante la imposibilidad de recuperar el
ejemplar. El delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, aseguró en el
comienzo de este mandato que por cada árbol que se elimine se plantaría
otro.
La nueva política de arbolado la emprendió el
gobierno de Espadas en octubre de 2015, meses después de que la caída de
una rama de grandes dimensiones, en las inmediaciones del Hospital
Virgen Macarena, provocara el ingreso de dos personas por las heridas
causadas. De los 178.000 ejemplares que se contabilizaron en 2015, se
diagnosticaron 31.113 que presentaban síntomas de encontrarse en mal
estado. Desde entonces se establecen cuatro niveles de riesgo. El nivel
1, que no requiere de intervención; el 2, que sólo necesita de
observaciones periódicas; el 3 resulta ya más preocupante, pues supone
una poda de ramas y copas. Este grupo lo integraban en aquel momento
16.545 árboles. La situación más alarmante es la 4, pues los ejemplares
que lo conforman representan un serio riesgo para la seguridad de los
ciudadanos, lo que en muchas ocasiones conlleva a la tala. Casi 2.500
árboles se encontraban en tales circunstancias en 2015.
A este grupo pertenecen las especies apeadas durante
este año. Los meses en los que más árboles fueron sustituidos en la
ciudad fueron agosto, con 178 talas, y septiembre, con 71. Fuentes
municipales explican que el hecho de que la actividad se incrementara en
este periodo obedece a la organización de la carga de trabajo por parte
de las empresas adjudicatarias de estas tareas.
En cuanto a las calles, el Paseo de Juan Carlos I,
que discurre junto al río entre el puente del Alamillo y el del Cristo
de la Expiración, destaca por ser donde más árboles se retiraron el año
pasado. En concreto, durante febrero se talaron 38 ejemplares de populus alba,
que presentaban, entre otros deterioros, pudrición en ramas y troncos.
El informe de cada árbol concluía que se trataba de "fallos por la
especie en cuestión". Dichos ejemplares estaban situados delante de la
Biblioteca Felipe González.
Otra vía donde se han quitado bastantes árboles este
año es el Camino de los Descubrimientos, en la Isla de la Cartuja.
Durante el pasado mes de noviembre se apearon 36 ejemplares de robinia,
que presentaban, en términos generales, "copas desequilibradas y el eje
principal seco", afecciones que se consideraron graves si se tiene en
cuenta que dichas especies se encontraban bastante cerca de un carril
bici y de una bolsa de aparcamientos.
La Avenida de las Ciencias, en Sevilla Este, es otro
de los enclaves en los que más se ha intervenido este año. Estos
trabajos se han realizado en varias fases. En septiembre se eliminaron
12 robinias pseudoacacias y en octubre otras 11. Los motivos que
provocaron esta tala fueron la inclinación, las grietas y las
deformidades que presentaban muchos ejemplares, efecto de una mala
plantación en su día.
Algunos expertos han incidido en que la mayoría de
estas talas vienen provocadas por la mala situación de los alcorques,
por las podas inadecuadas que se han practicado durante años y por no
haberse elegido una especie adecuada para la vía en la que se ha
plantado. Por tal motivo, el Ayuntamiento firmará a partir de ahora dos
contratos específicos para el cuidado del arbolado a empresas
especializadas, que tengan un amplio conocimiento para llevar a cabo un
tratamiento adecuado.
Interesante. Al menos parece que saben lo que hacen. Aquí en Zarautz, las especies que más a menudo veo talar (creo que por pudrición) son precisamente populus alba y abedules (no sé qué especie en concreto). El segundo caso es curioso, porque el abedul es una especie que abunda en el País Vasco, aunque vaya usted a saber qué especie en concreto se ha plantado en el medio urbano que es del que hablo.
ResponderEliminarHola Luisma. No es tarea facil el cuidado del arbolado, pero para eso están los técnicos y los políticos, para que las ciudades puedan disfrutar de suficientes zonas verdes y estén, además, bien cuidadas, sabiendo que especies son las idóneas para cada caso. Desde luego no se les puede dejar de la mano, pero es esas andamos.- Un abrazo.
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