Lo encontré en la red y me pareció interesante:
Taishi Yamamoto, propietario de Ibériko-Ya Taishi Yamamoto, propietario de Ibériko-Ya
"Mi contribución es repoblar la dehesa, aunque no es
bastante"
A. Estrella Yáñez
La familia Yamamoto, que comercializa carne ibérica en
Japón, participa en un proyecto para luchar contra la enfermedad de la seca
NUEVO MODELO
Taishi Yamamoto es el hijo de Aiko, fundador de una empresa
familiar ubicada en Osaka que se dedica al proceso y comercialización de carnes
y a la restauración con carnes ibéricas importadas desde el Sur de España. El
trabajo ha llevado a esta saga de empresarios japoneses a enamorarse del
paisaje de dehesas donde se cría el cerdo ibérico. Tanto Aiko, como su hijo
Taishi, han sido sensibles al problema de la seca, enfermedad que está mermando
la población de encinas y alcornoques de este ecosistema único, sin que se
encuentre remedio. Por eso, la familia Yamamoto se ha propuesto colaborar
repoblando, aunque sea de forma testimonial, la dehesa andaluza. En la finca La Jineta, de Cala (Huelva),
los Yamamoto, primero Aiko y ahora Taishi están plantando encinas. Taishi
contactó con el proyecto Life bioDehesa hace algo más de un año, extendió su
idea entre sus clientes, a los que ha sumado como patrocinadores, y hace unas
semanas todos estuvieron en Huelva plantando más encinas. Aquí nos cuenta los
detalles de está pasión japonesa por la dehesa andaluza.
-¿Cómo surge la iniciativa de replantar en la dehesa
andaluza y en qué consiste?
-En los muchos viajes a España, tanto míos como de mi
familia, hemos comprobado que los árboles de las dehesas se iban deteriorando
progresivamente y que muchos morían. Este hecho fue incluso recogido en un
programa que emitió la cadena de televisión japonesa Toyota. Por ello, decidí
que había que hacer algo al respecto, aunque fuese simbólico, para contribuir y
concienciar sobre este serio problema y provocar una solución que lo remediara.
Se me ocurrió que plantar nuevos árboles era una buena iniciativa, aunque soy
consciente de que no es suficiente, ya que también hay que intentar curar a los
árboles enfermos, que son mucho más grandes y productivos de bellotas. Mi
contribución es sencilla, repoblar las dehesas plantando nuevas encinas y
alcornoques.
-¿Tiene previsto realizar nuevas visitas para continuar con
la reforestación?
-Sí, ya he conseguido la colaboración económica de mis
clientes y amigos en Japón para realizar una segunda reforestación de encinas y
alcornoques el año próximo. Serán otros 150 árboles los que se plantarán en la
finca La Jineta
en Cala. Es nuestra principal prioridad en este programa de ayuda y
concienciación sobre el problema.
-¿Le ha resultado fácil conseguir el patrocinio de sus
clientes para repoblar la dehesa española? ¿Anima a los españoles a realizar
actuaciones similares?
-Ha sido muy difícil, porque mis clientes no estaban
interesados en plantar árboles en un país extranjero. Yo les comentaba muchas
veces el problema de la seca en las dehesas, pero no lo entendían y no querían
contribuir. Entonces, en 2014, decidí comenzar a plantar árboles. Me dirigí
primero a la Embajada
de España en Japón, que me dirigió al Gobierno de la Junta de Andalucía. También
me puse en contacto con Julio Revilla, que me ayudó coordinando mi iniciativa con
la Consejería
de Medio Ambiente y en la plantación de los primeros árboles. Entonces les
conté a mis clientes y amigos japoneses lo que había conseguido, y por fin
entendieron y aceptaron mi idea y, poco a poco, acordaron ayudarme
económicamente durante dos años.
-Incluso le han acompañado en su viaje a España y a Huelva.
-En la reciente visita me han acompañado ya tres clientes,
que me ayudaron a plantar 100 encinas y alcornoques, de los que 15 de ellos ya
tienen una placa con el nombre de la empresa japonesa que ha colaborado.
-¿Qué le diría a los españoles sobre esta experiencia?
-Yo no soy quién para dar consejos a los españoles y a sus
autoridades con competencia en este asunto, pero sí puedo humildemente
recordarles que las dehesas son un patrimonio de la humanidad y que todos
estamos obligados a preservarlas, contribuyendo cada uno en la medida de sus
posibilidades.
Creo que el cerdo ibérico es el mejor patrimonio
gastronómico que tiene España
-Su interés por la dehesa española le viene de su padre,
¿no?
-Es correcto, mi padre amaba la dehesa y supo contárselo a
sus clientes en Japón, porque la encontraba bellísima. Además, se enamoró del
cerdo ibérico y de sus productos, especialmente de sus carnes engrasadas por el
consumo de las bellotas, que son únicas en todo el mundo. Creo que el cerdo
ibérico es el mejor patrimonio gastronómico que tiene España, tanto por sus
productos curados como frescos.
-¿Hay en Japón alguna carne parecida a la del cerdo ibérico?
-En Japón hay un cerdo muy apreciado denominado
"kurobuta", que significa cerdo negro, que en sus orígenes era
parecido en la calidad de sus carnes al cerdo ibérico, que por eso ya se le
conoce también como "iberikobuta", aunque para mí y para los
japoneses, el ibérico es de mejor calidad.
-¿Qué significa la dehesa en su familia? ¿Querría transmitir
el amor por esta tierra a sus hijos?
-Mi familia ama y está muy orgullosa del ibérico y de las
dehesas españolas. Ya consideramos a España como nuestro segundo país. Yo lo
heredé de mi padre y se lo transmitiré a mis hijos. En el próximo viaje quiero
que me acompañe el mayor de mis hijos.
-¿Desde cuándo compra su empresa carne ibérica a España?
-Vinimos a España por primera vez a finales de 1999, pero no
podíamos comprar ibérico porque en aquellos momentos había una prohibición de
importar estos productos decretada por la autoridades japonesas, con las que
estuvimos negociando durante mucho tiempo hasta que levantaron la prohibición.
Desde entonces hemos sido los embajadores de muchos tipos de carne de ibérico
que llegaron por primera vez a Japón.
"Ya tenemos patrocinio para realizar una nueva
replantación el año que viene en la
Jineta, en Cala"
-¿Valoran los consumidores japoneses y chinos la carne
ibérica?
-Al principio nadie conocía el ibérico en Japón, ni qué era
un cerdo, ni tampoco la calidad de sus productos. Mi familia tampoco lo vendía
a sus clientes. Después, tras conocerlo, hemos contribuido a que se extendiese
el conocimiento de la gran calidad de sus carnes y ahora todos los japoneses
saben los que es el ibérico, que ha alcanzado una gran reputación. Lo mismo
creo que va a suceder en China, aunque en Japón ha avanzado más rápidamente.
-¿Qué productos de ibérico sirven en sus restaurantes, sólo
carnes o también jamones y lomos?
-Jamón ibérico de bellota, que cortamos a cuchillo, y sus
carnes, en muchos tipos de comida tradicional japonesa. También preparamos
envasados especiales y regalos con estos productos, que vendemos a distintos
clientes.
-¿Cree que es posible producir ibérico en Japón o en China?
¿Hacer dehesas allí donde tienen su cadena de restaurantes Ibériko-Ya?
-Estoy decidido a desarrollar y propagar los valores del
ibérico en todo el mundo. Abriré más "Ibériko-Ya" en toda Asia.
Producir cerdo ibérico en China o Japón sería posible, pero no tenemos las
dehesas de España, ni por tanto la alimentación de los cerdos en montanera, a
base de bellotas y hierba. El cerdo ibérico de calidad sólo se puede dar en la Península Ibérica.
-En su relación con España y la dehesa está acompañado por
el industrial andaluz Julio Revilla, es su guía en esta aventura, ¿no?
-Julio Revilla es como mi padre y me ha ayudado muchísimo.
Erigió una inscripción de mi padre bajo un gran alcornoque en la dehesa que
tanto amaba. Por eso decidí propagar el ibérico y continuar esta entrañable
relación con el señor Revilla.
-¿Cómo cree que puede influir su actuación?
-Quiero agradecerle su interés en esta entrevista, con cuya
publicación confío que contribuya a que los españoles se sientan orgullosos del
ibérico que tienen y que reaccionen contra la desaparición de las encinas y los
alcornoques en sus dehesas.
La iniciativa de esa familia japonesa me parece estupenda. Es una pena que no llueva más en las dehesas (y en cualquier parte), pues sin agua no hay encinas, sin encinas no hay cerdos y sin cerdos no hay el maravilloso jamón ibérico. La culpa de todo es del calentamiento global.
ResponderEliminarBesos
Como lo sabes, Julia, aunque hay dirigentes políticos que aún lo dudan y por tanto no se dónde iremos a parar.- Besos
EliminarNo había oído hablar de que la dehesa estuviera deteriorándose. Me ha sorprendido y entristecido, porque es un ecosistema que, entre otros valores, es hermosísimo.
ResponderEliminarEspero que la iniciativa de Taishi Yamamoto no sea la única en favor de un bien insustituible. Y confiemos en que el proceso no sea irreversible.
Pues asi es, Luisma, la dehesa está en peligro por la seca. Se está investigando y llevando a cabo algunas iniciativas, pero de momento no hay nada definitivo. Confiemos en que estemos a tiempo de savarla.- Un abrazo
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