miércoles, 15 de octubre de 2014

Capítulo 2

Les presento el capítulo 2 de la novela Cuando los bosques mueren

Asomarse a Macegoso siempre constituía un reto para Chus, una remembranza de los primeros días por este pueblo al que  fue destinado su padre. Allí conoció a Farratell, ese hombrachón de buenas palabras, de sonrisa permanente y de olor a tabaco de puro. Tenía veinte años, acababa de cumplir sus obligaciones para con la Patria y las perspectivas hogareñas pasaban por seguir conviviendo con su padre, que no había perdido el gesto adusto ni la poderosa mirada de ordeno y mando de dieciocho meses atrás. Con sus estudios a medio terminar y el Plan de Empleo Rural  (Per) jugando a la ruleta rusa con sus amistades, no pudo ceder a la tentación de ver algunos duros en su bolsillo, lejos de aquellas limosnas que cada fin de semana le proporcionaba su progenitor.
—Farratell ¿Y ese quién es? –preguntaba Chus a Chascajavas, pegándole una profunda chupada al canuto.
—No lo zé, lo que te puedo decir es que busca gente pa gana dinero. ¡Pásamelo!
— ¿En qué?
—En el campo.
—No podrías ser más claro, Chascajavas, joder, que parece que hablas como los tartajas.
—Que no lo zé Chus. Tú está al loro pa cuando yo te avise, y…tranquilo que no hay que doblarla mucho. ¿Oye cuéntame como te ha va por los madriles? ¿Y el uniforme?
— ¡Qué cabrón! Dame el peta ¿te parecen pocos los uniformes que tengo en mi casa? ¿Aún quieres que conserve uno más? Lo mandé a tomar por culo hace dos días ¡estoy licenciado! ¿Y sabes cuales fueron las primeras palabras que me dijo el viejo cuando llegué a mi casa?
—No –Chascajavas clavaba en él una mirada temerosa.
—Estabas mejor con el uniforme.
— ¿Ezo te dijo?
—Eso me dijo luego de nueve meses de no vernos el pelo.
—Mejorando lo presente, a mí nunca me han gustado los picoletos.
— ¿Y qué te hace pensar que yo voy a serlo?
—No zé, casi todos los que he conocido por aquí, acaban luego en el Cuerpo, aunque penzándolo bien tú tendrías que dar un buen estirón zi quieres entrar... ¡Ja, ja,ja!
— ¡Qué cabrón! – pásamelo – Yo no tengo la más mínima intención de seguir la tradición familiar.
— ¿Y de qué vas a vivir?
—De ese patrón que me has dicho...Farra...Farra…
—Farratell, joé, ¿a ver quien es aquí el tartajozo? ...¡Ja,ja,ja!

No hay comentarios:

Publicar un comentario