Así comienza el capítulo 21 de Cuando los bosques mueren
Nadie sabe a ciencia cierta con que interés se quema el monte y quienes son
los incendiarios. Se habla de intereses madereros, inmobiliarios, cinegéticos,
venganzas. Pero no hay conclusiones y la investigación oficial se suele zanjar
con un lacónico “intencionado”, basado en la constatación de que el incendio
empezó en varios focos a la vez. El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, no se
rinde:
— ¿Y usted cree, mi teniente, que siempre se van a dar una serie de
condicionantes que desencadenen el incendio, que nunca va a darse una situación
de coincidencia entre unos y otros?
-Me temo que sí.
—Tenga en cuenta que tampoco es tan difícil pasar de una provincia a otra
¿ha visto el mapa?
—Lo sé Santiago, pero ¿cómo llegamos a enlazar los focos si no tenemos
pruebas?
—Las conseguiremos, mi teniente.
—Eso espero, Santiago, llevo ya tanto tiempo luchando contra estas
situaciones que nada me agradaría más que poder encontrar alguna salida.
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