En el transcurso del año mil novecientos setenta y ocho, contando Carmela con trece años y Cande con catorce y hallándose tanto la una como la otra en fechas muy cercanas a la terminación del Curso Escolar, charlaban una mañana, mientras se lavaban las manos en el servicio de las niñas..
-Carmela, ¿de verdad que a ti te gusta el Amador?
-Ya te he dicho que tiene unos ojos muy bonitos.
-¿Y no hay nadie más en la clase que te guste?
-Pues si el Juanma, pero menos.
-¿Y nadie más?
-Me parece que no.
-¿Y por qué te tienen que gustar a tí los mismos
niños que a mí? ¿no será que me los quieres quitar?
-¡Qué dices! ¡Estás loca!
Así comienza el capítulo 11 de esta novela, de la que tiempo ha, venimos hablando
Así comienza el capítulo 11 de esta novela, de la que tiempo ha, venimos hablando
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